sábado, 6 de junio de 2015

Democracia: Establo de Augías y elecciones 2015 en México. Eduardo Garibay Mares

Democracia: Establo de Augías y elecciones 2015 en México

Eduardo Garibay Mares
Junio 4 de 2015

“Engendro de elites griegas, en ámbito mundial la democracia ha devenido a ser
credo de corrupción, así como sinónimo de promesa incumplida, pillaje,
capitalización política de la pobreza, falsedad, desvergüenza, inmundicia”.
Eglisic Severo Garrios

Por corrupta, la democracia es Establo de Augías que ni Hércules podría limpiar, puesto que la inmundicia del sistema democrático es acrecentada por sus usufructuarios: grupos de poder político, económico y social, así como cada vez más gobernantes, partidos y candidatos cargos de elección, obnubilados por su afán de arribar y/o mantenerse en el poder, a costa de lo que sea.
Así las cosas, es por devenir de la democracia el daño inflingido a México, por parte de muchos de los integrantes del Estado y de los partidos políticos, a la vez depredadores del país, que en nuestra República deben aplicarse formas democráticas cada vez más directas, a fin controlar y contrarrestar intereses de grupos de poder y partidos políticos, en tanto se logra un nuevo orden sustentado en la razón, la capacitad, los valores humanos universales, y el cumplimiento de la ley, entre otras cosas, para que entonces el pueblo se encargue del Estado mexicano y del bienestar común.
Fuerza hercúlea mitológica
Hijo del dios Zeus y de Alcmena, Hércules, Heracles para los griegos, nació en Tebas y representa la fuerza física, misma por la cual llegó a abusar y cometer crímenes, igual que otros poderosos, siendo por ello que tras acudir al rey Tespio para que lo purificase, luego fue al Oráculo de Delfos donde, para expiación de sus culpas, la sacerdotisa le mandó obedecer en todo a Euristeo, rey de Mecenas, quien influido por la diosa Hera, celosa esposa de Zeus, le impuso doce terribles y pesadas empresas, conocidas como Los Doce Trabajos de Hércules, que fueron: primero, traer la piel del león de Nemea; segundo, destruir a la Hidra de Lerna; tercero, capturar a la cierva de Cerinia; cuarto, atrapar al jabalí de Erimanto; quinto, limpiar el establo de Augías; sexto, expulsar las aves de Estínfalo; séptimo, capturar al toro de Creta; octavo, traer las yeguas de Diómedes; noveno, apoderarse  del cinturón de Hipólita; décimo, traer las reses de Gerión; undécimo, cortar las manzanas del jardín de las Hespérides; y duodécimo, capturar al can Cerbero.
Mitos de ayer y democracia de siempre
Realizadas las primeras hazañas, para cumplir la orden del rey Euristeo de limpiar en solo un día el establo de Augías, rey de Elide, que llevaba décadas sin ser limpiado, Hércules logró ser autorizado para eliminar de un día para otro aquella inmundicia, por parte de Augías, quien poseía tantísimo ganado porque los dioses habían hecho a sus animales inmunes a toda enfermedad e increíblemente fértiles. Sin embargo, aunque era malo que del sucio establo se esparciese el hedor a todo el Peloponeso, por estar la comarca llena de estiércol, lo peor era que dicha capa de bosta sobre los valles era tan gruesa que la tierra ya no podía ser labrada. Previo desalojo de animales y personas, caudales de agua desviados por Hércules de los ríos Alfeo y Peneo, mediante represas y canales, atravesaron establo y territorio aledaño, consiguiendo que la impetuosa corriente arrasase a su paso el estiércol acumulado, quedando todo impecable, luego de lo cual hizo volver las aguas a su cauce.
De ahí que usado por extensión para referir lo inmundo por dolo y negligencia, la similitud entre el “Establo de Augías” y la democracia es obvia, pues ésta empata analógicamente con dicho establo, ensuciado y no limpiado, tal como la democracia mexicana antes, durante y después del proceso electoral, puesto que ha solapado no sólo acciones al margen de la ley, sino el ínfimo nivel de la contienda partidista, al tolerar que con la suciedad de la guerra por el poder se ofenda al pueblo, e igual se denigre a México, cuya ciudadanía sí cumplió a cabalidad, mayoritariamente, mediante respectiva participación en los comicios, incluida la votación del 2 de julio de 2006.
Una democracia también análoga a la “Caja de Pandora”, llena de guerra, muerte, enfermedad, y demás cuestiones nefastas con que igual amenaza a México la actual confrontación electorera, que prevalece crecientemente tendiente a la violencia, y deja ver que de la democracia aceptada por el país es de donde parten los mayores males nacionales, cual Pandora aceptada por Epimeteo, al serle ella ofrecida como esposa tras ser dotada de belleza, gracia, habilidad manual, persuasión y astucia, sin saber que Zeus la había enviado a la tierra con una caja donde, para castigo de los hombres, previamente cada dios había introducido un nefasto obsequio, siendo por ello que tiempo después Pandora abrió su caja y dejó salir en torbellino los males que desde entonces asolan a la humanidad.
Democracia mexicana cuyos apologéticos cánticos y visiones escenográficas son letales, en cuanto llevan a cambiar el rumbo de la libertad y la paz, por el aniquilamiento de la República en arrecifes democráticos, cual “Canto de las Sirenas” referido en La Odisea de Homero: un cantar y visión de sirenas que atraía a marineros griegos para que se acercasen a ellas y sucumbiesen al encallar y zozobrar su embarcación, similar a la democracia en México, cuando en su canto de ilusión es coreada por el mercantilismo que, a través de basura televisiva, radiofónica, impresa y digital, no sólo crea Mesías, sino que pondera meras promesas como si fuesen torales proyectos de nación, atrayendo así a ciudadanos y al país a sus escollos.
Corolario
Es impostergable y necesario limpiar a la democracia y a sus ufanas elites adictas, cual proeza de Hércules, encauzando torrente del Río del Bienestar Común y del Río de la Equidad, a fin de arrasar y eliminar el estiércol democráticamente excretado y apisonado durante milenios por las elites, desde que en Grecia surgió hace más de dos mil 500 años la democracia, cuyos gérmenes de trampa y engaño al pueblo ratifican quienes hoy administran para su beneficio a la democracia mexicana, mismos que al no tener empacho en concernientemente exhibirla como andamiaje siniestro y cloaca, ante la opinión pública nacional y mundial, comparten la culpa de que la democracia autóctona pase a la historia cual establo colmado de bosta, al igual que perniciosa como “Caja de Pandora” y embaucadora y enloquecedora como “Canto de Sirenas”.

Esto es, que en tanto se arriba un nuevo orden nacional, con objeto de dar al pueblo el control del Estado y del bienestar común, con ese mismo fin debe lograrse que la democracia mexicana, además de limpia y cumplida en la ley, sea cada vez menos representativa, por la aplicación de nuevas formas ciudadanas de participación política, inherentes a una democracia cada vez más directa.

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