Democracia representativa corrupta y elecciones 2015
en México
Eduardo
Garibay Mares
Mayo 29
de 2015
La
democracia representativa mexicana, que por corrupta ya no da para más, debe
dar paso a una democracia cada vez más directa, en tanto simultáneamente se
logran mecanismos para que el pueblo de México, al tener el control y contrarrestar
los intereses de grupos de poder y partidos políticos, tenga a su cargo al
Estado mexicano y el bienestar común.
Esto
es, que además de la votación habida por la democracia representativa mexicana,
con la insurgencia de una democracia cada vez más directa se aplicarían formas
de participación política como son, entre otras: el referéndum, para ratificar
o rechazar decisiones de cuerpos legislativos; el plebiscito, para responder a toda
consulta del gobierno sobre asuntos del Estado, sobre cuestiones internas o de
orden internacional; la iniciativa popular, para propuesta de proyectos de
leyes, directamente al parlamento; la revocación de mandato, mediante voto
popular, para deponer funcionarios o anular sus decisiones; y los jurados
populares, integrados por ciudadanos, para colaborar con el poder judicial.
Democracia mexicana devenida
de la griega, y sus trampas
Al
respecto, siempre debe tenerse presente que desde su origen la democracia nació
como señuelo para que unas cuantas personas pudiesen atrapar, domesticar,
someter y vivir del trabajo de muchas otras, como se deja ver cuando el
concepto básico de democracia se remonta a la forma de gobierno que utilizaban
en Atenas y en otras ciudades griegas, en el siglo V, a. C., como lo deja ver
cuando el término “democracia” define al régimen político en el que la
soberanía reside en el pueblo y es ejercida por éste de manera directa o
indirecta.
Aunque
palabra democracia significa “gobierno del pueblo”: del griego demos, “pueblo”, y cracia, “gobernar”, la trampa desde su gestación radica en que las
elites griegas consideraban que el “pueblo” lo constituían sólo ellas, es
decir, la privilegiada minoría constituida por hombres con patrimonio: la
ciudadanía, detentadora del poder y a cargo del Estado, estrato en que las
mujeres de la propia elite no tenían derecho a elegir ni ser electas, y que por
ello junto con los hombres no ciudadanos, y las mujeres de este nivel social,
formaban parte de la mayoría discriminada por la democracia, cuyo objetivo,
evidentemente, no fue tampoco abolir la esclavitud de las personas que en
número mayor la sufrían ubicadas en el plano más bajo e infrahumano.
Confabulación
que por eso al sistema político emanado de tal democracia le posibilita la
perpetuación de partidos y/o personas en el poder, convalidada ésta por una
votación democrática, universal, sustentada en el voto secreto que puede dar el
triunfo por votación unánime, o, lo que ocurre por regla general, por votación
mayoritaria, todo lo cual asimismo comprende votos minorías, y votos anulados
por decisión de la gente en el momento de votar, sin embargo, el referido triunfo
se empaña por el abstencionismo, que en México rebasó ya el 50 por ciento del
padrón de quienes pueden emitir su voto. Porcentaje que tiende a crecer, pues
el desaliento lo propicia la desahuciada, por corrupta, democracia
representativa mexicana.
Secuelas de la democracia en el
mundo y en México, desde la Roma ancestral
Aunque
la democracia directa, la democracia pura, es mera utopía por lo complicado de
su aplicación en correspondientes ámbitos nacionales, es obvio que la
democracia, en sus diferentes modalidades, acabó por ser mera tradición adoptada
y adaptada en los países donde en círculo vicioso apresa a la gente, cuyo
escape se realizará cuando la humanidad se aventure a traspasar las limitantes
de la democracia.
En
tanto, urge procurar una democracia cada vez más directa en México, donde antes
se tendrá que superar el trance en que lo tienen partidos y candidatos del
actual proceso electoral, incapaces de entender que el momento crítico y
decisivo marca el final del tiempo de vida de la democracia representativa, cuya
corrupción inició, por ejemplo, cuando los partidos políticos aceptaron cargos
de representación proporcional en la
Cámara de Senadores, el Congreso de la Unión y en los congresos
estatales, así como cargos equiparables en gobiernos de municipios y del
Distrito Federal.
Salvo
honrosas excepciones, respecto a cargos representación proporcional a diputados
y senadores, la historia documenta antecedentes similares del arribo de quien
sea al Senado, como es el caso extremo ocurrido en Roma, cuando el emperador
Calígula, tirano que gobernó del año 37 al 41 y que entre sus atrocidades
nombró senador de Roma a su caballo, llamado “Incitato”, consulado de un equino
con que Calígula dejó ver que el animal le era más rentable que el Senado en
conjunto, y que por ello lo nominaría cónsul, arguyendo que el caballo era un
excelente competidor en las carreras y que muchos de los senadores no tenían
capacidad ni mérito alguno.
Opresiva democracia en el
mundo y en la República mexicana
Con
la democracia representativa, en
México el pueblo es gobernado por quienes son electos mediante voto
secreto, previamente escogidos al arbitrio de sendos partidos políticos, forma
basada, por una parte: en el presidencialismo ejercido por el Titular del Poder
Ejecutivo, que elige a quienes lo secundan en el gobierno, aunque él decide todo,
y por la otra, por el sistema parlamentario, eje de toda acción gubernamental del
Estado mexicano. Esquema reproducido en los estados del país y en el Distrito
Federal, en lo que concierne, tanto en municipios como en delegaciones,
respectivamente.
Por
las deficiencias de origen de la democracia, y por el aporte mexicano a la
misma, es que el país sufre el momento crítico en que lamentablemente partidos
politiqueros y Mesías obnubilados de poder pretenden acallar los estertores de
agonía de la unión nacional, apoyados en costosos espacios pagados en medios de
comunicación y difusión masiva: impresos, radiofónicos, televisivos y
digitales, que apologéticamente los muestran como exitosos y triunfales, cuando
en verdad más que de simpatizantes se hallan rodeados de corifeos y acarreados,
reciclados estos en eventos efectuados en todas las entidades de la República , con todo y
pancartas, así como aplausos y vítores a su verborrea electorera, con lo que
ponen en evidencia que en torno a las elecciones a efectuarse el próximo 7 de
junio de 2015, la vileza de contienda democrática mexicana de nuevo tocó fondo.
Esto
es, que en ámbito internacional la democracia acabó siendo cerco construido de
sucesos históricos, que apresa a pueblos que aspiran a mejorar el presente y
optimizar el futuro, y que debe ser superado para crear un nuevo orden.
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