Vividores del cuento politiquero
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Eduardo
Garibay Mares
Febrero
28 de 2018
Universitario Ejemplo
de actuales y futuras
Generaciones en la
Universidad Michoacana
De San Nicolás de Hidalgo
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Se
narra en Las fábulas de Eglisic que
en el mundo terrenal, donde paradójicamente reina lo imaginario, existe un país
en el que cada día son más los vivales que con cuentos politiqueros despojan a
la población, desde la niñez hasta la vida adulta, de una existencia en
bienestar y confraternidad nacional, respectivamente enquistados en partidos
políticos como son los llamados partidos grandes: el blanquiazul, el
negriamarillo y el tricolor; y el gestado hace más de tres lustros y
recientemente presentado el moreno, y los denominados partidos chicos: el
verde, el magenta, el anaranjado y demás descoloridos partiditos de dos o más
colores, todos crecientemente dañados por los parasitarios politicastros
maniacos de poder, que viven del cuento populachero para prolongar su vida
política y afamarse en su liderato.
Partidos
cada vez más ajenos a la ideología política de su origen, como lo era el
conjunto de ideas fundamentales que políticamente los caracterizaba como de
izquierda, de derecha, de centro, de centro-izquierda o de centro-derecha, y
que hoy son una mezcolanza de idearios y acciones que se copian tales
especímenes de dicha política ignominiosa, quienes con cuentos embaucadores
merman o de plano aniquilan acciones, propuestas, y dictámenes de gobernantes,
autoridades e instituciones, igual en ámbitos municipal, estatal y federal, por
el mero hecho de provenir de partidos rivales, y más aún cuando contrarían su
personal interés.
Milenaria nación presa de
golfos politiqueros
Producto
de la milenaria civilización nativa del territorio y de la civilización
occidente-oriental del viejo mundo, que casualmente la encontró, esta mítica y
concreta nación del nuevo mundo, narra Eglisic, es presa de algunos golfos
politiqueros duchos en la patraña y que sólo creen, por ejemplo: en comicios
electorales legales, cuando ellos ganan; y en la verdad de encuestas y
consultas, cuando resultan a su favor.
Por
eso publicitadamente descalifican procesos y resultados electorales de la
Federación, de las entidades, y de los municipios, aunque en votaciones y
elecciones al interior de sus partidos políticos usan a Doña Democracia de cortesana.
Vivir del Cuento. Collage Clásicos Infantiles-Mych |
Ese
país es Míxtico, un lugar del nuevo mundo de cuyo nombre Eglisic sí quiere
acordarse, a fin de advertir del peligro de someterse a politicastros
embaucadores, quienes al emular a Sherezada, la fabulosa mujer cuenta cuentos
de Las mil y una noches, no la
superan por el don de su palabra y sus narraciones excelsas, y menos aún porque
con su verborrea política y sus calamitosos cuentos, transitan el camino
torcido de la codicia en busca de poder político, de dinero y de arribismo
elitista, con lo que tienen a la nación y su gente en el caos y, entre otras
cuestiones, asoladas por el sistema educativo deficiente, la inseguridad, el
desempleo, la migración dentro y fuera del país, la pobreza y la pobreza
extrema.
Medios de comunicación
contaminados de cuentos politiqueros
Y en
el centro de todo esa vorágine, en Míxtico las susodichas noticias en torno a
tales politicastros y sus embustes, los espacios de medios de comunicación
impresos, radiofónicos, televisivos, y de Internet, se plagan de cuentos
politiqueros con los que, uno tras otro, día tras día, y mañana tarde y noche,
se informa y desinforma a la gente: unos a favor de tal o cual líder mesiánico,
para que se mantenga y fortalezca en el cargo o para que arribe a otro cargo; y
otros para atacar a los contrincantes políticos.
Es
así que del embuste de un político surge otro más grande dicho por un
contrincante, del que a la vez surge otro mayor, y así hasta el infinito, esto
es, un encadenamiento de patrañas politiqueras, puesto que para apabullar un
cuento surge uno más grande y dañino, que regurgita sus males mayores para
abrumar al anterior, el objetivo es permanecer como noticia publicada y
difundida, hasta la saciedad.
Ello,
a diferencia de la mítica y bella oriental, quien entretuvo al sultán árabe
Shariar con un cuento diario, sustentada en el alto y humanitario objetivo de
lograr, mediante la narración de sus cuentos, que las familias del reino
tuviesen una óptima vida presente, proyectada de igual forma al futuro, al
captar la atención del sultán y conseguir con sus fábulas: primero, que ya no
siguiese sacrificando a diario a una nueva esposa, escogida entre las jóvenes
del reino; segundo, que la dejara vivir durante esos más de mil días, y tercero,
que respetase su matrimonio, sin elegir otras esposas, y engendrase con ella
los tres hijos nacidos durante ese tiempo.
Las mil y una noches de fábula
Sabido
es que el príncipe oriental Shariar, tras ser traicionado por su primera esposa
y mandarla ejecutar, creyó que toda mujer que eligiese le sería igual de
infiel, y entonces ordenó a su visir conseguirle entre las hijas de sus
cortesanos, a la que cada día haría su esposa, misma a la que mandaría matar a
la mañana siguiente, después de la noche nupcial, lo cual en Bagdad y
alrededores significó en ese tiempo un designio espantoso, que fue roto por la
hija del visir, Sherezada, quien para realizar su humanitario propósito se
ofreció como esposa del sultán, y en la fatídica noche, que sería la primera y
la última de sus esponsales, logró interesar al rey contándole un cuento que lo
sorprendió y entusiasmó, a grado tal que al interrumpir la sagaz mujer el
relato, tras haber introducido hábilmente ya el inicio de otro cuento,
precisamente al clarear el alba, que era la hora señalada para que se le diese
muerte, ella estaba precisamente en lo más fascinante de la narración, por lo
que al conseguir así interesar al gobernante, quien además de querer conocer el
final de la fábula que estaba por concluir, también deseaba conocer la trama
del cuento iniciado, logró que éste le diera otro día de vida, para que ella le
siguiese contando todo lo que él quería saber.
Así
ocurrió que cada día, al llegar la noche, Sherezada repetía la misma táctica de
que el final del cuento, previo inicio de la narración de una nueva historia,
coincidiese con el amanecer del nuevo día, y así la orden de que la matasen no
era dada por el monarca, quien se hallaba atrapado tanto por la fase más
emocionante de la exposición, a la que le faltaba el sorprendente final, como
por el interesante principio del nuevo cuento, hábilmente entrelazado en la
trama de la narración en turno: una estratagema que Sherezada efectuó con éxito
a través de las mil y una noches de aquellos más de tres años, durante los
cuales también dio a luz a tres hijos del sultán, quien le conmutó la pena de
muerte, para vivir felices en su maravilloso reino.
Epílogo
Con
la altura de miras de Sherezada, quien en pro de las mujeres y, en general, de
las familias de su terruño, entretuvo al ofuscado gobernante con relatos de
fábulas, que igual aportan una enseñanza útil o moral, se pone en evidencia la
bajeza de los vividores del cuento politiquero, quienes hartan al pueblo de
circo al politizarlo todo para su personal provecho, sin importarles quebrantar
al país y su gente: Míxtico.
Sí,
Míxtico, el fabuloso lugar dominado por una partidocracia sin ideología
auténtica, por políticos que viven de cuentos que si no son en apología de su
partido o de sí mismos, son denostadores de contrincantes de otro partido o del
propio.
Esto
es, los politicastros cada vez más abundantes en Míxtico, vividores del
presupuesto y del patrimonio nacional. Cualquier semejanza de tal país, de Las fábulas de Eglisic, con lo que viene
aconteciendo en México hasta este 2018, es el propósito de la idea que
igualmente, sin duda, marca el inicio para otra historia.
Ni
más ni menos.
Vividores que con verborrea
política y calamitosos cuentos transitan el camino torcido de la codicia en
busca de poder político y dinero, con lo que tienen a la nación y su gente en
el caos
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