Inició Morelos insurgencia independentista
en Nocupétaro y Carácuaro al mando del naciente Ejercito Nacional Mexicano
Eduardo
Garibay Mares
Octubre
31 de 2015
Inició Morelos insurgencia independentista en
Nocupétaro y Carácuaro al mando del naciente Ejercito Nacional Mexicano
Eduardo
Garibay Mares
Octubre
31 de 2015
En
el comienzo de su lucha insurgente, José María Morelos y Pavón avanzó el 31 de
octubre de 1810 al frente de un inicial contingente militar constituido por 16
hombres armados originarios de Nocupétaro y 9 de Carácuaro, poblaciones
michoacanas donde en cada una él era cura desde 1799, y en las que se aplicó siempre
a mejorar las condiciones de bienestar y prosperidad comunal, en
contracorriente del opresivo coloniaje virreinal español de casi trescientos
años.
Morelos instituye el Ejército
Nacional de México
Así
fue que el 31 de octubre de 1810 José María Morelos y Pavón instituyó Ejército
Nacional, naciente con un contingente militar de 25 hombres de Nocupétaro y
Carácuaro. Sí, el independentista Ejército Nacional, creciente en su avance
bélico, al mando del cual Morelos liberó del yugo español al territorio consolidado a partir de entonces no
sólo como región de supremacía independentista, sino como el corazón patrio de
la independencia nacional, que luego le posibilitó a Vicente Guerrero acordar la
paz para firmar el Acta de Independencia
de México el 28 de septiembre de 1821: el Día de la Independencia.
31 de Octubre de 1810 en
Nocupétaro y Carácuaro: origen del Ejército Nacional mexicano
Día
histórico en el que al cabalgar al frente del selecto contingente de hombres patriotas
de Nocupétaro y Carácuaro, integrantes de su naciente Ejército Nacional,
Morelos inició el avance independentista para enfrentar y vencer al ejército
virreinal, al tiempo que levantaba tropas y embargaba bienes de españoles para
gastos bélicos, e igual de inmediato organizaba el buen gobierno en cada
población liberada, en señero ejemplo de su grandeza como mexicano patriota,
hombre sabio, estratega militar, y estadista.
Sí,
un movimiento revolucionario que Morelos expandió exitosamente con su ejército
insurgente, en un recorrido de lucha por la independencia de la patria que fue
recibido con beneplácito en las poblaciones, como en Huetamo, donde además de
allegarse recursos económicos, también escogió a los hombres más aptos para la
batalla y los armó de acuerdo a sus aptitudes con lanzas, sables, fusiles, o
escopetas.
Triunfal avance bélico del Rayo del Sur
Con
plena capacidad organizativa e innato talento militar, además de conocedor de
las rutas naturales que convenía seguir, así como de los ríos y vados que se
debían cruzar, Morelos avanzó como rayo triunfal en su campaña bélica rumbo a
las orillas del Océano Pacífico, con el plan inmediato de llegar con su
creciente ejército a Coahuayutla y después a Zacatula, para de ahí recorrer la
costa en dirección al sudeste hasta Petatlán y luego a Tecpan.
Triunfal
avance bélico en el que con la rapidez de un rayo y por el hartazgo e
inconformidad social ante los abusos del absolutista gobierno virreinal, a la
voz insurgente de Morelos la gente se levantó en armas y se sumó a las tropas
insurrectas, a su paso en todos los poblados en los que él siempre incorporó a
su ejército hombres conscientes de la necesidad de luchar por la independencia,
la libertad, la justicia, y la igualdad, lo mismo civiles que soldados
desertores del ejército virreinal.
Pueblos
en los que a la vez les reconoció a quienes se quedaban, la indispensable ayuda
que significaba el hecho de que continuasen su trabajo cotidiano, para que
pudieran así ayudar con alimentos y otros recursos a los que luchaban en el
frente de batalla.
Cumplida misión encomendada a
Morelos por Hidalgo
Significativo
triunfal avance bélico al frente de su Ejército Nacional, forjado inicialmente
con 25 hombres patriotas de Nocupétaro y Carácuaro, que Morelos culminó al
cumplir cabalmente lo que el teniente general Miguel Hidalgo y Costilla Gallaga
le encargó el día 20 de octubre de 1810, al ir a su encuentro en Charo e
Indaparapeo, cuando lo nombró lugarteniente y le encomendó crear un ejército
para avanzar militarmente y propagar las ideas independentistas al sur del
país, a fin de también tomar Acapulco y controlar esa vía del comercio con
Filipinas, igual perteneciente al dominio hispano.
Fue
así que integrado a la guerra insurgente independentista –iniciada por Hidalgo con el Grito de Dolores el 16 de septiembre de
1810–, tras pedir licencia a la mitra del obispado Michoacán que le permitió
dejar de ejercer el cargo de cura, aquel histórico 31 de octubre Morelos inició
en Nocupétaro y Carácuaro la expansión de la lucha que él emprendió cabalmente por
la independencia del México.
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