Día del Padre el tercer domingo
de junio
Eduardo
Garibay Mares
Junio 21
de 2015
Instituida
el tercer domingo de junio la fecha para celebrar cada año el Día del Padre, a
fin de reconocer el papel fundamental del padre de familia en la sociedad, al
cumplir en el hogar con la crianza y formación de su descendencia, natural o
adoptiva, igual al lado de su pareja que él solo.
Porque
la paternidad, el ser padre, se refiere desde el punto de vista biológico al
vínculo de filiación entre el hombre y su descendiente natural, esto es, a la
relación existente entre el progenitor masculino, el padre, y su hija o hijo.
Paternidad que jurídicamente también puede establecerse mediante la adopción, por
lo que en ambos casos ser papá, al igual que ser mamá, implica tener y ejercer
la patria potestad de sus hijos.
Por
eso es que tanto para el padre biológico, cuyo hijo lleva su sangre, como para
el padre adoptivo, que igual brinda amor y apoyo paternal, nada se equipara al
gozo de escuchar la palabra: Papá, misma que desde hace al menos 50 mil años ha
pasado de generación en generación hasta nuestros días y que, presente en 700
de las mil lenguas existentes, en el 71 por ciento de los casos tiene similar significado,
ya que alude a un antepasado común, miembro de la familia por parte paterna.
Ello seguramente porque los bebés asocian los primeros sonidos que pueden
emitir ante las primeras personas que ven, sus padres: ma ma, para la mamá, que
los amamanta, y pa pa, da da o t ata, para el papá, al que con tal exclamación
gustosa ven llegar, por lo cual se comprende que la palabra papá tenga en
distintos idiomas significado semejante.
Historia del festejo
Fecha
precedente en México y en otros países de la celebración del Día del Padre, que
actualmente se festeja en distinto tiempo en casi todas las naciones, es el 19
de marzo, día en que se felicita a los padres con motivo de la festividad
religiosa de San José: Yosef, que Dios multiplique, esposo de María y padre de
crianza del niño Jesús, es decir, tenido por padre sin serlo biológicamente,
carpintero de oficio y fuerte de carácter quien, padre por excelencia, cumplió
su bíblico compromiso paterno como parte de la Sagrada Familia ,
con una vida perfecta y ejemplar.
En
cuanto al festejo actual del tercer domingo de junio como Día del Padre, éste
surgió de la propuesta de la estadounidense Sonora Louise Smart Dodd, en
memoria de su padre Henry Jackson Smart, veterano de la guerra civil que
enviudó cuando su esposa Ellen Victoria murió al dar a luz a su sexto hijo, y quien
a cargo de la crianza de sus criaturas cumplió las funciones que le
correspondían como padre e igual suplió las de la fallecida madre. Fue así que
como Henry Jackson había nacido el 19 de junio, la amorosa hija propuso su
fecha natal para homenajear a los padres.
Acogida
con entusiasmo la institucionalización de un día para reconocer el quehacer del
padre en la familia, la cual es el núcleo o epicentro donde se forma la
sociedad y se sustenta el país, la agradecida hija logró que por primera vez el
festejo tuviese efecto en la fecha planteada, en Spokane, Washington, en 1910,
año a partir del cual también se efectuó en otros estados del país, más aún
porque en 1924 el presidente Calvin Coolidge declaró celebración nacional el 19
de junio, hasta que en 1966 el presidente Lyndon Johnson proclamó oficialmente
el tercer domingo de junio para festejar el Día del Padre, en tiempo no
laborable.
Corolario
En
el homenaje instituido para celebrase el tercer domingo de junio, lo cierto es
que en el Día del Padre y siempre, es el amor filial de quien agradece a su
padre, al igual que lo hace con su madre, la crianza y el apoyo recibidos, lo
que hace preciado el ser papá, y el ser mamá, como sustento supremo de realización
humana, la cual alude el controvertido dicho de que “plantar un árbol, escribir
un libro y tener un hijo”, es la fórmula estándar para realizarse cabalmente en
la vida, puesto que es incuestionable que igual es valioso: si no se planta un
árbol, actuar a favor del rescate y preservación del medio ambiente; si no se
escribe un libro, leer los publicados; y si no se tiene descendencia biológica,
adoptar criar y formar a infantes huérfanos o abandonados a su suerte por sus
progenitores.
Es
por eso que instituida en casi todos los países del mundo, aunque en fechas
distintas, esta celebración propicia el fortalecimiento de la unidad familiar
en torno a la fundamental figura del padre, por lo que el Día del Padre se ha
convertido en la fecha para festejar a todos los papás del mundo, cuyo ejemplo
de vida y labor en el hogar, al incidir a favor de la sociedad en su conjunto,
constituye el sustento del bienestar nacional.
Así
las cosas, que en la grata compañía de toda la familia, junto con el cariñoso saludo
de la hija o hijo que se hallen ausentes. Por el deber cumplido ¡Feliz Día del Padre!
José Garibay Romero, padre ejemplar, y
su hijo Eduardo Garibay Mares; en el primer plano de la fotografía del año
1952, del Archivo Histórico José Garibay
Romero. AHJGR.
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