Creatividad
por amor al arte y educación por el bien común
Eduardo Garibay Mares
Prensa Libre
Jacona, Michoacán. Noviembre 10 de 2014. No. 893. Páginas 2 y 3
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Creatividad por amor al arte y educación por el bien común
Eduardo Garibay Mares
Prensa Libre
Jacona, Michoacán. Noviembre 10 de 2014. No. 893. Páginas 2 y 3
Desde mi nacimiento en la
ciudad de Morelia el 13 de octubre, la felicidad se
gestó del amor de mi madre Esther Mares Salcedo y de mi padre José Garibay
Romero, originarios de Chavinda, Michoacán. Infancia en la que con cariño y
atención mi papá me enseñó a favorecerme en el recuerdo de mi amorosa madre,
que desde el cielo me acompaña desde que murió el 10 de enero de 1949, cuando
yo tenía 2 años de edad.
Proyectado mi sentir en el
arte desde niño, en trabajos escolares y en retratos
de mis seres queridos, de la mano de mi padre a los 3 años de edad fui desde el
primer día de clases al kínder, donde dibujos y poesías encauzaron mis primeros
pasos al avanzar en el camino en espiral del conocimiento, en el que a la luz
de sus conversaciones, sus consejos y su ejemplo, mi papá me enseñó que es por
el saber, el trabajo, y el buen uso de lo que tenemos, que logramos con nuestra
superación el bienestar propio y el de la sociedad en que vivimos, esto es, el
ser y hacer que significa optimizar los recursos con los que contamos.
Cursado mi primer año de
instrucción primaria con promedio de 10, en mis
posteriores altibajos de aprovechamiento escolar siempre conté con al apoyo y
comprensión de mi padre, aún reprobado como alumno, en un contexto en el que el
sistema educativo mexicano transitaba de aciertos como el Libro de Texto Gratuito, a desaciertos como la imposición a
rajatabla no sólo del calendario escolar único, sino a cambios de horarios de
clases y de planes y programas de estudio, en todos los niveles: Desde
preescolar hasta licenciatura, causa y sinrazón del caos educativo que hoy se
malvive y peor se avizora en el país.
Fines de la década de los
años cincuenta y principios de los sesenta, cuando en
mi paso de la niñez a la pubertad, para expresar mi sentir sobre cuestiones
anheladas, letras y palabras se hicieron poesía para trazar en 1960 el verso
que titulé Conjugación:
En
tiempo presente te digo: Te amo. En
tiempo futuro: Yo a ti te amaré. Y
cuando mi vida se esté ya acabando, te diré amor mío: Yo siempre te amé.
Aptitud artística siempre
estimulada por mi padre, quien me envió a Zamora en
1962 para acompañar a mi hermana Ma. del Carmen, que ejercería como dentista, y
allá me animó él a tomar el trabajo de pintar la cartelera del Cine Ocampo, que estaba frente a la
casa, donde en un mural acrílico de 1.50 de alto por 2 metros de ancho, pinté
cada 8 días imágenes a color de la muchacha y del galán de la película
anunciada. Así me enseñó a superarme y a ganar por mi capacidad mis primeros
salarios de 30 pesos semanales. Grato logro empañado por problemáticas de
tiempos y atención oficial en mi cambio de escuela.
Al regresar a Morelia, por conflictos manifiestos en 1963 en la Universidad Michoacana de
San Nicolás de Hidalgo, le pedí a mi papá que me enviara a Guadalajara al
Instituto Fray Pedro de Gante, y tras acreditar ahí tercero de secundaria, como
alumno interno, regresé a Morelia al morir mi padre el 15 de junio de 1964.
Fue entonces que leí el
contenido de una caja que mi padre había dejado con la anotación “Cuando ya no
esté con Ustedes”, donde con igual título encontré un
mensaje con reflexiones y consejos que le inspiraron mi llegada a su vida el
día que nací yo, el décimo de los trece hijos que tuvo: 7 mujeres y 4 hombres
en su primer matrimonio y 1 hombre y 1 mujer en el segundo. Talentoso escritor
innato, además de una poesía y relatos personales relevantes, hizo su
autobiografía manuscrita para compartir las experiencias de su existir hasta
esa década de los cuarenta. Documentos y fotografías que me prometí publicar
algún día como libro.
Con sólo 17 años, consolidado por la venerada memoria y ejemplo de vida de mi madre y
mi padre, 15 días después ya estaba trabajando como empleado del gobierno
michoacano, para ayudar a mi sostén y el de mi familia, y entré a la
preparatoria nocturna Melchor Ocampo, donde de nuevo pagué culpas del sistema
educativo nacional, ya que acredité tercero de secundaria sin cursar Geografía
de México, que por desacierto en el cambio del plan de estudios se había
cambiado a segundo, y fue hasta que acredité los 2 grados de preparatoria, que
al tramitarse los certificados de egreso “se dieron cuenta” en la Secretaría de
Educación Pública de su falla, e impunemente me anularon el bachillerato. Nada
pude hacer contra el fatal laberinto burocrático permitido por el Estado
mexicano, y a costa de mi tiempo y dinero acredité luego mi bachillerato en el
Fray Pedro de Gante.
Etapa en la que inspirado por
los hechos históricos de México, animado siempre en el
arte también por mi recordado hermano Camilo y mi querida hermana Consuelo, fue
por el bicentenario del natalicio de mi héroe patrio que escribí la Oda a José María Morelos y Pavón, en
cuyas 3 primeras estrofas narro que:
Fue
1765 año de luz que a México dio gloria, y el 30 de septiembre es aquel día que
Michoacán celebra en su memoria. Y
fue Valladolid, ilustre cuna, tierra que vio nacer al que fue el hombre, quien
por la libertad cambió su vida, y en recuerdo de él, tomó su nombre. Unes, Morelia, razas y cultura; y en ti
el valor del mexicano impera, pues Michoacán es guía de pensadores, y origen y
guardián de mi bandera.
Década convulsa por
movimientos estudiantiles generados encadenadamente en
varios países, cuando las demandas desbordaron el ámbito educativo e integraron
proclamas políticas y sociales, llevando como antorcha la democracia. Contexto
de inestabilidad recrudecido en la Universidad Michoacana en 1965, previo al
movimiento de 1968 que fue extinguido en la Plaza de las Tres culturas de
Tlatelolco.
Año cuando tras capacitarme
como técnico dental renuncié a mi empleo burocrático,
para trabajar así en mi tiempo libre y poder estudiar mañana y tarde en la
Facultad de Odontología, donde dedicado en primer año mayormente a la teoría y
prácticas de Anatomía Humana y Disecciones, fue a partir de segundo grado
cuando volví a detectar fallas del proceso enseñanza-aprendizaje, sobre todo
por las pocas prácticas en los grados superiores, que reafirmaron mi propósito
de superar tales desventajas en la formación escolar profesional, ya que para
contrarrestar insuficiencias didácticas, para entonces ya ayudaba a compañeros
que después de las clases se reunían para que les dictara mis apuntes, a fin de
poder acreditar algunas asignaturas caóticamente impartidas y con mínima
práctica, como fue el caso extremo de Bioquímica.
Fue en 1969 que el esperado
amor se hizo realidad en mi existir cuando conocí en
Chavinda a Josefina Espinoza Alcalá, mi novia amada, De siempre, sin principio, inspiradora de la así titulada poesía:
Y
tuvo que nacer, aunque existió de siempre, sin principio, y existirá por
siempre, sin final. Y nació igual
que todos, tan natural, igual que cualquier otro. Y nació igual que todos: pequeñito, aunque era tan grandioso,
aunque fue siempre y será infinito. Y
tuvo que nacer mi amor por Ti, aunque existió de siempre, sin principio.
Coronado mi trayecto de vida
en los años sesenta por el amor, en 1970 Josefina y yo
nos casamos el 12 de septiembre. Década feliz en la que tuvimos a nuestros tres
hijos: Eduardo, Juan y Josed.
Aprendida de mi padre la
afición por el canto, en estos años tuve el gusto de
cantar acompañado por musicales acordes de guitarra o acordeón, ejecutados por
el papá de mi esposa Josefina, Juan Espinoza Cuevas, artista lírico que me
quiso como a un hijo.
Así enmarcadas mis
actividades laborales y universitarias, por la
problemática de asignaturas que debían ser primordialmente prácticas y que
apenas lo eran, ante la disyuntiva de si seguía o no estudiando odontología, en
1971 decidí que para proseguir mis estudios tendría que mejorar el proceso
enseñanza-aprendizaje, tanto en bien de la Universidad Michoacana y de quienes
nos formamos en sus aulas, clínicas, laboratorios y talleres, como de la
comunidad en su conjunto.
Para exterminar por esfuerzo
propio deficiencias enraizadas en la Universidad Michoacana, en 1972 fundé el Comité de Servicio Social de la Facultad de
Odontología en Michoacán, COSSFOM, tras elaborar mi Propuesta de Capacitación Educativa para la Asistencia Nacional,
base de la altruista labor social que tiene como punto número uno de su plan de
trabajo la divulgación de actividades y resultados, por lo que a partir de
entonces me inicié en el ejercicio periodístico en los medios impresos, y
electrónicos: La Voz de Michoacán, Noticias, el programa Siempre en Domingo, y el noticiero 24 Horas.
Tiempos en los que el
movimiento insurgente de la razón gestó el COSSFOM y
le dio opciones de solución a la problemática universitaria, sustentado en el
lema Por una Verdadera Superación
Técnica, Académica y profesional, al aplicar la teoría a la práctica en
beneficio recíproco de la formación profesional y de la sociedad, vinculando al
universitario con la comunidad, especialmente con su lugar de origen: Labor
reconocida en 1972 durante el XV Congreso
Dental Mundial por el presidente de la Federación Dental Internacional,
para ser aplicada en otros países.
Por el bien común también
contribuí en asociaciones dentales estatales y del
país las 2 décadas siguientes, tanto en organización de convenciones por la
superación continua, como en hacer respectivos boletines informativos y tomar
fotografías para su divulgación periodística. Así también elaboré el logotipo
la Asociación Michoacana de Odontología Infantil, AMOI, y su poster promocional
del IX Congreso Nacional de 1985.
Década de los ochenta cuando
como padre de familia promoví la dignificación del
trato y la excelencia en la formación de los Niños Cantores de Morelia, así como la remodelación del edificio de
su Escuela Primaria Mariano Elízaga, que se encontraba en condiciones
deplorables.
Por la crónica y creciente
problemática del sistema educativo, que vaga del camino
en espiral del conocimiento al atajo del círculo vicioso de la deficiencia
impune, en 1993 decidí retomar y promover mi propuesta ante instituciones de
educación y de gobierno, con el pleno apoyo generacional tanto de quienes se
formaron profesionalmente integrados al COSSFOM, como de docentes nicolaitas
solidarios.
La falta de voluntad y
seguimiento institucional me hizo ver que la solución
de problemas de la educación en México requería de mi total dedicación, y por
ello el 30 de junio de 1994 dejé el trabajo que desempeñé durante 27 años en el
área odontológica, siempre cercano a mi hermana Carmela, tanto para impulsar a
partir de entonces el cambio a la excelencia educativa desde los medios de
comunicación, como para rememorar familiar y socialmente el ejemplo de vida de
mi padre y también publicar el libro con su autobiografía.
Así dejé atrás, otra vez, la
seguridad de trabajo y de ingresos al cerrar la página
del capítulo odontológico de mi vida, y con alas en vuelo ejercí a plenitud el
periodismo libre e independiente
Tramo cuesta arriba a
proseguir como Nicolaita Emérito, en el que logré a pulso espacios para mis colaboraciones en: La Voz de Michoacán, El Pescador de Tacámbaro, Proyección SPUM, y Universidad Michoacana.
Trayecto vital periodístico y
académico, en el que para acrecentar metodologías de
la escritura e investigación, y a la vez afianzar la vigencia y divulgación de
mi propuesta educativa, en 1996 me inscribí en la hoy Facultad de Historia,
donde en 1997 fundé el Comité de Egresados y Estudiantes de Historia para la
Asistencia Social, CEEHAS, por cuya ejemplar labor de servicio profesional, a
propuesta de la Casa de Hidalgo y sin jamás ser catedrático de nómina, merecí
el Reconocimiento Nacional al Servicio
Social Comunitario 2003, en la Categoría
Docente, otorgado por la Secretaría de Desarrollo Social, SEDESOL; la
Secretaría de Educación Pública, SEP; la Asociación Nacional de Institutos de
Educación Superior, ANUIES, y la Fundación Ford.
Año de 1997 cuando mis
creaciones poéticas fueron presentadas en la Casa Natal de Morelos, en agosto, en el recital llamado Conjugación
de amor, de tierra, de vida, en voz de Cecilia Izarrarás. Contexto en el que
logré espacios en las revistas Anda’ntze,
Cuatro Vientos, Gaceta/SEP, y Ziranda Uandani.
Egresado de la Facultad de
Historia con promedio de 9.81, el más alto de mi
generación 1996-2000, éste año colaboré con un ensayo y corregí y cuidé la
edición del libro Historias y Procesos.
El quehacer de los historiadores en la Universidad Michoacana. Electo
presidente de la Asociación Michoacana de Periodistas, AC, AMIPAC, de 2005 a
2007, este año el 31 de agosto cofundé la Asociación de Prensa y Fotógrafos de
Jacona, A. C., APREFOJAC, a solicitud del compañero Luis Cortés Vidales,
director de Prensa Libre.
Etapa de libre ejercicio
profesional en la que también ilustré algunos
artículos con dibujos a lápiz, e igual participé como lector de mis creaciones
poéticas y escritos en prosa, en foros culturales y eventos sociales.
Tiempo de colaboración como
periodista e historiador en los medios: La Palabra de Morelia, El Porvenir de Cuitzeo, AMIPAC, El Zarco, La Diligencia
Michoacana, Prensa Libre, Cambio de Michoacán, El Zorro, Epígrafo de Morelia, Visión
de Michoacán, Crónicas de Michoacán,
Contactos, Dialecta, Psicoactivo del
IMCED, y Agencia Informativa Michoacana.
Cabal compromiso profesional por el que colaboré semanalmente en el suplemento Independencia y Revolución–Dos Siglos de Revolución, del periódico Cambio de Michoacán, del número 1
publicado el 15 de septiembre de 2009, a1 número 57 del 22 de noviembre de
2010.
Rescate de valores
históricos, para su conmemoración y aplicación en bien de la patria, por los que también emprendí la tarea de realizar la serie bimensual Memoria histórica de aporte al presente y de
proyección al óptimo porvenir de México, por el respectivo bicentenario de Sentimientos de la Nación de 1813 y de
la Constitución de Apatzingán de
1814, así como por el aniversario de la creación del Estado de Morelos en 1869.
Obra histórica enlazada a la actualidad del quehacer periodístico, unido en
Asociación Civil, publicada en la página 2 de Prensa Libre, de junio de 2013 a octubre de 2014, en 35 ejemplares.
Periodo de trabajo
profesional en revisión y corrección de libros,
tesinas, y tesis de todo grado, que en 2013 asimismo me posibilitó prologar el
libro Periodismo Michoacano 1950-2012.
Generación Puente a la Modernidad, de Eleazar Zizumbo Herrera.
Hoy en día, al avanzar en
este 2014 a una nueva fase de mi vida, en la que espero
seguir contando con su atención, propicio es reiterar mi gratitud tanto a
quienes han leído, visto o escuchado mis obras; como a los fraternos medios que
lo han hecho posible al darle un espacio a mis colaboraciones como redactor y
fotógrafo del desarrollo y logros de la labor social, a la promoción de mi
propuesta educativa, y a la divulgación de mis creaciones encauzadas en el
rescate de valores cívicos, históricos, artísticos, y universales.
Trayectoria por el bien
común, que al servicio de la nación vivo para lograr
la excelencia del proceso enseñanza-aprendizaje en el país, mediante mi perenne
propuesta educativa a las autoridades de la Universidad Michoacana y al Estado
mexicano, para que la atiendan y realicen en bien de México y su gente, como lo
ha demostrado la labor del COSSFOM y del CEEHAS en ámbitos estatal, nacional e
internacional, a la luz de la razón insurgente.
Cuestiones sublimes como el
memorable ejemplo de mi padre, cauce del rumbo en la
travesía de la vida que se avanza más contra viento y marea que con estadios a
favor, por las que reuní a mi
familia y amistades dilectas en su 50 Aniversario Luctuoso, para compartir la
investigación histórica José Garibay
Romero, luchador de la razón y la justicia social, que publiqué el pasado
15 de junio en edición especial de Prensa
Libre. Evento primordial en esta etapa en la que del periodismo y la
historia extiendo mi actividad en el arte; acercado ahora al ámbito de
recreación social de mi hermano José Ángel, y encaminado al medio artístico de
mi hermano Alberto Guillermo para la musicalización de algunas de mis poesías.
Un aquí y ahora que
poéticamente me remonta a mis 17 y a mis 20 años,
cuando en 1964 escribí: Con un adiós
saludo, me voy, porque he llegado, en mi poesía Luz interior. Pensamiento adolescente que se vuelve realidad hoy
que mi adiós a una etapa es el saludo a la nueva época iniciada, tal como
actual parecen las reflexiones que escribí en 1966 sobre aquel contexto, al
señalar en la poesía Detente:
Mundo
no gires más en tu orbital carrera, detente que cansada la humanidad está, de
existir se ha cansado, por eso degenera con odio, vicio y sangre la vida se nos
va. El derecho de aborto, contra el
propio, del ser, ¿de quién es el derecho de poder elegir, de aquella que
concibe o del que va a nacer? ...de ambos es el derecho de poder decidir. Los gobiernos son punta del iceberg
corruptible, que acumula a los grupos de riqueza y poder, que depredan,
explotan y violan lo punible, sobre el Dios y las leyes que juran defender. Por eso, mundo, digo, basta de continuar,
depredando la vida con infinitos modos, detente, encausa el rumbo, no hay a
dónde llegar, cuando lobo que es lobo del hombre, somos todos.
Sí, problemáticas de ayer y
hoy que solamente contrarrestan actitudes y acciones por el bien común, entretanto, esperando se hagan realidad los mejores deseos de cada
quién, con ese anhelo comparto el mensaje de mi prosa escrita en 1968, titulada
Parabién:
Que
la tristeza y el dolor lleguen a ti con la suavidad de una caricia. Que la felicidad te bese. Y que el
amor, tomándote en sus brazos, te posea eternamente. Así sea, que sufras un poco para sentir mejor los ratos de
felicidad. Que tengas triunfo y
dinero y la salud para gozar de él. Y
que encuentres el placer del amor, que es, al fin de todo, lo más sentido que
podemos recibir y dar.
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