lunes, 29 de abril de 2013

Megatúnel suntuario en Morelia. Eduardo Garibay Mares




Eduardo Garibay Mares: Megatúnel suntuario en Morelia

En ComUnidad Nicolaita




Artículo publicado en Cambio de Michoacán:
Megatúnel suntuario en Morelia

Eduardo Garibay Mares



Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo
Escuela de Lengua y Literaturas Hispánicas
Terminal en estudios de Comunicación

Análisis de la postura ideológica de los medios impresos: Cambio de Michoacán y El Sol de Morelia, con referencia al “proyecto de construcción del megatúnel que conectará el libramiento sur de Morelia con la tenencia de Santa María”, a través del contraste del contenido de ambas publicaciones.

Tesis profesional presentada por:
Oscar Ponce de León Berber
Como requisito para obtener el título en:
Licenciatura en Lenguas Hispánicas


analisis de la postura ideologica de los medios impresos cambio de...

bibliotecavirtual.dgb.umich.mx:8083/jspui/bitstream/.../1/ANALIS~1.PDF
30/10/2009 – Óscar Ponce de León Berber. Como requisito parcial para obtener el título en: Licenciatura en Lengua y Literaturas Hispánicas. Mesa de...

Género periodístico: Artículo
Cabeza: Megatúnel suntuario en Morelia
Balazo: Con el caso del megatúnel el alcalde López Orduña se evidencia como un gobernante despótico
Sección: Opinión
Responsable: Eduardo Garibay Mares
Página: 18
Día: Viernes16 de Marzo de 2007
Espacio: Una plana
Immagen: Sí
Pie de foto: No
Texto: Empecinado en construir en este 2007 el megatúnel de 1.3 kilómetros, a costa de perforar de lado a lado el cerro de Santa María, afectado ya por graves deslizamientos de talud, a fin de unir la tenencia de Jesús del Monte con la parte sur de Morelia…
Postrura: Contra
Anexo: CM.MAR.33



Megatúnel suntuario en Morelia

Eduardo Garibay Mares
Cambio de Michoacán
Viernes16 de Marzo de 2007
Página 18

“Originado del Estado moderno, que derrocó al absolutista monárquico, el insurgente Estado constitucional mexicano se modificó tras respectivos movimientos revolucionarios, como los iniciados en 1810 y en 1910, respectivamente, por eso toda involución al Estado absolutista es inaceptable y combatida por la insurgencia de la razón”. Eglisic Severo Garrios

Empecinado en construir en este 2007 el megatúnel de 1.3 kilómetros, a costa de perforar de lado a lado el cerro de Santa María, afectado ya por graves deslizamientos de talud, a fin de unir la tenencia de Jesús del Monte con la parte sur de Morelia, capital de Michoacán, al menospreciar la opinión de la población mayoritaria, a la que no sirve a cabalidad y desatiende, como lo reitera en su afán de favorecer con dicha obra suntuaria a unos cuantos privilegiados, el alcalde Salvador López Orduña se evidencia como muestra de la despótica conducta de la mayoría de gobernantes y autoridades inherentes al Estado mexicano, hoy desfondado y en uno de sus peores períodos, que dañan a la República mexicana cuando éste es incapaz de saciar la voracidad de servidores públicos, que impunemente dispendian recursos financieros en ámbitos municipal, estatal y federal.
Malos gobernantes, a los que ejemplifica el encaprichado edil López Orduña, que toman como propio, y de sus respectivos grupos de poder, el presupuesto del Estado, obtenido para el cumplimiento de las numerosas funciones y deberes de éste, como son, entre otras, la defensa del país, la seguridad pública, la justicia, y la conducción de las relaciones internacionales, establecidas desde 1821 en el Acta de Independencia del Imperio Mexicano; así como las que atañen a la tutela física del individuo, al desarrollo cultural, a la educación, salud y bienestar de los mexicanos, y a la justicia social, consagradas por la Constitución de 1917.
Es por eso que al munícipe López Orduña, gestor del megatúnel de lujo, cuyo proyecto es además señalado como inviable por especialistas en la materia, y a todo aquél que desde el Estado mexicano actúa hundido en el miasma de su arbitrariedad e impune abusa del ejercicio de poder, se les recuerda que los recursos públicos se obtienen sustancialmente de impuestos que el ciudadano aporta, de empréstitos públicos, y de réditos extraídos por el Estado de su propio patrimonio como derechos sobre tierras fiscales, aguas públicas, etcétera, esto es, los que a fin de cuentas también se obtienen directa o indirectamente a través del bolsillo de la ciudadanía; recursos a los que se suman los réditos derivados federalmente del ejercicio directo de la actividad industrial y comercial, cual es el caso en la explotación del petróleo, y cuyos beneficios apenas alcanzan para cubrir la oprobiosa nómina y gastos de la mayoría de insaciables funcionarios e instituciones públicas en el país.
Igual recordarles que la política económica remite al conjunto de normas, y de principios, para el buen gobierno “de la casa”, y que ésta, además de ser distinta a otras del sistema económico general, como la familiar y la empresarial, por ejemplo, debe sustentarse a fin de resolver correspondientes problemas en rubros que atañen: primero, a educación, salud, bienestar, etcétera, en favor de la población, así como en bien de las empresas, por cuanto éstas inciden en el desarrollo municipal, estatal y nacional; y segundo, en pro de los servicios gubernamentales que, en el municipio que nos ocupa, tienen que ver con calles y banquetas en excelentes condiciones, para respectivo tránsito vehicular y recorrido peatonal, alumbrado público, y abasto de agua de consumo humano y de uso industrial, que entre otros deben brindarse cabalmente en zonas urbanas, suburbanas, jefaturas de tenencia y encargaturas del orden.
Alcaldía de fábula
Cuando en Morelia falta construir escuelas y dar mantenimiento a las ya existentes, impulsar la creación de trabajos con salarios y prestaciones de ley, hacer eficaz y eficiente el abasto de agua potable, e introducir redes de la misma y de drenajes donde no las hay, así como de energía eléctrica para servicio domiciliario y alumbrado público, al igual que pavimentar calles y banquetas, etcétera, la construcción del megatúnel es un lujo que resulta inaceptable.
De ahí que venga a cuento la fábula de Eglisic Severo Garrios “Principillo en Ciudad Piedras Rosas”, donde visto ya el nacimiento y la modificación del Estado moderno, surgido del absolutista que fue revolucionariamente transformado en Estado constitucional, se relata de etapas nefastas de involución, en las que los cambios políticamente prometidos en bien de la gente son mentira, puesto que se dan sólo en beneficio de los pocos que integran los grupos privilegiados, implicando un retroceso y confrontación tanto en la relación entre los gobernantes y la población mayoritaria, porque a ésta se le desatiende y margina más todavía, como en la existente entre los distintos grupos sociales: un trueque con el que Principillo sojuzgó a Ciudad Piedras Rosas, al fungir como alcalde.
En el estado Monarca, narra Eglisic, el empresario de cuento Principillo fue electo edil de Ciudad Piedras Rosas, bello e histórico lugar donde con decisiones a su arbitrio, y acciones regresivas, se burló de quienes protestaban por su mal gobierno, desoyéndolos y descalificándolos porque, según él, eran sólo unos greñudos, siendo así que tal cortesano de élites retrocedió en el sendero mandado por el Estado constitucional, que le permitió ocupar el cargo, tras también mofarse de la ley que consagra el respeto al ser humano, a la democracia, a la organización de la vida por el bien común, al ejercicio de la libertad, y a la más justa distribución de los recursos entre todos. Por eso fue que Ciudad Piedras Rosas se convirtió además en una verdadera jauja de derramas económicas, mayormente para los favorecidos por el munícipe Principillo, con el incremento y multiplicación de negocios por él autorizados, donde desde la mañana hasta la madrugada del otro día se gozaba de bebidas y diversión, sin importar el ausentismo o la baja de rendimiento en escuelas y centros de trabajo.
El colmo fue que cuando se consideró a Ciudad Piedras Rosas para ambientar una nueva versión de Pinocho, en la parte donde se le distrae del estudio y de la obediencia debida a su papá Gepeto, esto no pudo ser, pues dicho lugar ni era apto para la niñez, con todo y que se quería malear a Pinocho, ni tampoco era gratuito, como lo era en el lugar del cuento de Carlo Collodi al que se llevó a Pinocho, y demás niños, para convertirlos en burritos, ya que además, en calles y jardines de Ciudad Piedras Rosas, la prostitución era uno más de los espectáculos públicos todo el día, y porque a Pinocho le daría desconfianza ver, a su llegada, que por mal portado el alcalde Principillo tenía orejas de burro, aunque en su caso fuese, se subraya en la fábula de Eglisic, por haber involucionado a gobernante de Estado absolutista y agarrar para sí el poder, sin tener un deber específico para con toda la gente, a la que descalificaba cuando esgrimía derecho alguno en aquella municipalidad, a la que el edil Principillo no servía cual estaba obligado y a la que sólo desgobernaba como empresa personal. Ni más ni menos.




Capítulo 5. CONCLUSIONES
“…Cambio De Michoacán, nos proponía, como audiencia, en qué pensar, presentándonos reiterativamente una opinión negativa en la posible construcción del megatúnel y olvidando otros de igual o mayor relevancia, como por ejemplo, la inseguridad que se vive en el país, la corrupción de nuestros gobernantes, el alza en los precios de la canasta básica, los continuos aumentos de los precios de los combustibles, las nuevas propuestas de reformas en educación, en seguridad, en medios de comunicación, etcétera”.

Parte de las conclusiones de Oscar Ponce de León Berber, en la página 210, de su tesis:
Análisis de la postura ideológica de los medios impresos: Cambio de Michoacán y El Sol de Morelia, con referencia al “proyecto de construcción del megatúnel que conectará el libramiento sur de Morelia con la tenencia de Santa María”, a través del contraste del contenido de ambas publicaciones.

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